Hogar de niños "SIAND": Un oasis en medio del desierto.

El hogar SIAND es uno de los ocho hogares de niños que hay en el distrito de Moreno. En este lugar viven diariamente más de veinte niños y niñas gracias a la fuerza de una gran mujer.

En Barrio Parque, Paso del Rey, Moreno, en la calle Fleming al 3427 hay un hogar. Cuando uno lo ve desde afuera, da la impresión de ser una casa común y corriente como cualquier otra del barrio. Pero no, al 3427 de la calle Fleming, viven más de veinte niños y niñas que por el amor, el esfuerzo y la dedicación de Alicia Hernández, su fundadora y directora, hoy han encontrado un oasis en lo que era el desierto de sus vidas. 

Como sus siglas abrevian, SIAND corresponde a "Servicio Integral al Niño Desamparado". Y ciertamente, cuando llegamos al hogar y Alicia nos abre las puertas, uno puede concluir que el hogar es integral, e incluso mucho más todavía. 

Alicia, o más bien conocida como "mamá" o "abuela" -depende de qué niño le hable-, dio inicio a su sueño de dar alimentación, vivienda, salud, educación y esperanzas a niños desamparados, en el año 2000. Lo que empezó, en aquel año 2000, como solo un comedor en un barrio de Ituzaingó, gracias a su visión y al conjunto de fuerzas que logro reunir dio como resultado el establecimiento del hogar SIAND que hoy vemos. Fundado en el año 2005, en el partido de Moreno, Alicia vive con sus hijos y sus nietos todos los días. Ella sola con los niños, ella sola y con toda esta su familia.

Como el resto de los hogares, el hogar SIAND trabaja en vinculación directa con los servicios correspondientes del municipio de Moreno de niñez. Por lo tanto, solo llegan al hogar niños y niñas que por medio de estos son rescatados de situaciones de violencia física y mental, abandono, vulnerabilidad y demás. 

Chicos con historias de grandes, niños con discapacidades especiales abandonados, otros violentados o en la dejés y la desidia, son a los que Alicia Hernández les abrió las puertas de su hogar. Grandes historias de amor comienzan en este lugar. Ese amor, de una mujer que deja su vida por entregarse a la odisea de ayudar a los más necesitados, poniendo incluso por completo su ser, es sin duda alguna lo que podrá poner esperanza en el corazón de estos niños tan golpeados por la vida.

Cuando vemos el amor con que Alicia trata a toda esa cantidad de niños, la armonía que se respira -incluso a pesar de la gran cantidad cantidad- y las sonrisas de aquellos niños que hoy tienen un hogar, un plato de comida, una educación, salud, un espacio para seguir siendo niños y por sobre todas las cosas amor, no podemos decir otra cosa que: sin duda alguna, el Hogar de Niños SIAND, es un "Destacado del Oeste".